Aunque se fabriquen alimentos, medicinas o maquinaria pesada, los imprevistos de mantenimiento son algo que todas las industrias tienen en común, y también algo que todas quieren evitar o al menos minimizar. Cuando un fallo se produce fuera de las operaciones de mantenimiento planificadas, resulta inconveniente porque altera los procesos de producción y causa pérdidas económicas. A veces estas pérdidas son debidas a los daños provocados por el fallo, otras a la disminución del tiempo de producción o a una combinación de ambas situaciones, pero en todos los casos el impacto económico es fácil de calcular. Para dar un ejemplo, a un gran fabricante asiático de neumáticos le surgían 248 incidentes de mantenimiento de emergencia al año, la media de horas de paradas no planificadas se calculaba en unas 2 horas cada operación. Todo ello ascendía a 500.000 $ en pérdidas de producción anuales.
Y la causa de los fallos, podríamos decir que era trivial: las tuercas de la prensa de moldeo se soltaban debido a la expansión térmica durante el funcionamiento de la maquinaria. El equipo de mantenimiento solucionaba las emergencias volviendo a aplicar a las tuercas su carga de apriete original, pero como no las fijaban, estas se volvían a aflojar.
Y la solución era tan sencilla como trivial era la causa del fallo. Unas gotas del Fijador de Roscas LOCTITE 243 en cada fijación antes de volver a apretarlas y problema resuelto.
568 horas de paradas que se convirtieron en 568 horas extra de producción, lo que se tradujo en medio millón de dólares de producción extra.
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